La imagen

por María Rosa Gil Almela

Imagen antigua

Imagen antigua de Nuestra Señora de la Salud, destruida en 1936, en la década de 1930. Colección de José Antonio Caride de Liñán. Archivo Municipal de Alcantarilla.

Por fotografías antiguas conocemos la imagen de la Virgen Niña que antecedió a la actual y que fue destruida en la persecución religiosa de la guerra civil española. Se trataba de una pequeña imagen de vestir, con las características estéticas y artísticas de finales del siglo XVII y las primeras décadas del siglo XVIII. Según testimonios orales, era de dimensiones mayores que la de nuestros tiempos. Una imagen de vestir que respondía a la tipología por excelencia de la imaginería religiosa barroca, siguiendo las pautas del Concilio de Trento, que buscaba atraer la devoción de los fieles a través del realismo y la expresividad, concentrada en la cabeza (con ojos de cristal, pelo natural y pestañas) y las manos. Así dotándola de túnica y manto, corona imperial, alhajas, media luna a los pies, etc.

La imagen antigua de la Virgen de la Salud podría ser un ejemplo de la corriente que, a partir del siglo XVII, se desarrolló en toda la península en la mayoría de las imágenes de la Virgen veneradas desde antiguo, y que se fueron adoptando a los gustos estéticos del Barroco, caso de las vírgenes de la Fuensanta, la Arrixaca (que no recuperará su estado primitivo hasta finales del siglo XIX), la Consolación de Molina de Segura, y la de la Huertas en Lorca, entre otras. En líneas generales, podríamos decir que las imágenes de vestir de esta época encierran un cargado carácter devocional popular y son claves para entender la mentalidad religiosa del barroco murciano. Siguiendo las modas y gustos del momento, las antiguas tallas medievales, se reforman o se enmascaran bajo mantos y postizos o bien se sustituyen por otra de nueva factura.

Imagen actual

Imagen de Nuestra Señora Virgen de la Salud en 1973, año de fundación de la Hermandad. Colección de Fulgencio Sánchez Riquelme.

Imagen actual de la Patrona de Alcantarilla. Colección de Juan Cortés Vicente.

Los primeros datos de la imagen actual de la Virgen de la Salud nos remiten al año 1939, lo cual indica que los alcantarilleros tardaron muy poco tiempo en recuperar su culto. En estos momentos, fue fundamental el papel desempeñado por D. Antonio Domingo, "el Manco", muy devoto de la Virgen, que por iniciativa y promesa personal le encargó la imagen al reconocido escultor murciano D. Nicolás Martínez Ramón. Para adquirirla, según testimonios orales, realizó una colecta, casa por casa y por suscripción popular, de dos reales o cinco pesetas, consiguió que los alcantarilleros participasen activamente en la recuperación de la imagen de la Virgen de la Salud, a la que, desde hacía siglos, se venía considerando patrona de Alcantarilla.

​Se trata de una pequeña imagen de vestir de 78 cm. de altura, 27 cm. de ancho y 22 cm. de profundidad. La cabeza y las manos están talladas en madera de pino policromado. Lamentablemente, no se han conservado pruebas documentales del encargo de la obra. Según apunta Anastasio Martínez Valcárcel (hijo del escultor), los libros de asiento desaparecieron cuando se cerró el taller de los Aguadores de Murcia en 1969. Como dato anecdótico, el escultor Anastasio recuerda: en el taller de mi padre ubicado en la calle Judas (hoy Gran Vía) en Murcia, siempre se comentaba la frecuencia con que Antonio, el Manco, lo visitaba aportándole fotografías de la antigua y desaparecida imagen de la Virgen de la Salud, con el interés en recuperar fielmente su iconografía de Virgen Niña.

De la numerosa producción artística de Nicolás Martínez, en su mayoría obras monumentales (como la del Sagrado Corazón de Jesús de Monteagudo de 16 m. de altura, entre otros), la de nuestra patrona está considerada como una de las escasas obras que realizó en la tipología de imagen de vestir, y la única con la iconografía de Virgen Niña en su extensa obra de carácter religioso, tras la Guerra Civil.