Lugares de culto
por Juan Cánovas Orcajada y José Riquelme Marín
En tiempo de riadas y epidemias
Detalle del plano del año 1728 el el que aparece reflejado el "Conbento de la salud".
Los vecinos cristianos de la vieja Alcantarilla, situada entre el rio Segura y la acequia de Barreras, levantaron una ermita para honrar la imagen, a la que proclamaron como Patrona, y que funcionó desde el siglo XIII como templo parroquial para darle culto, que continuaría durante los siglos venideros.
La riada de 1545, la de San Lucas, en aquel octubre luctuoso que tantos estragos ocasionó a todos los pueblos de las vegas media y baja del rio Segura, fue lo que dio lugar al traslado unos meses más tarde, desde las cercanías del río en donde estaba situado el poblado, al lugar donde ahora está ubicada nuestra villa. En el sitio del desastre quedó la ermita que hacía las funciones de pequeña parroquia. Se recompuso lo deteriorado y se mantuvo con el culto a Nuestra Señora de la Presentación.
Como documento a consultar, podemos contemplar en el plano más antiguo que se conoce de Alcantarilla, el de 1728, la existencia con el nombre de “Conbento de la salud”, ubicado en las proximidades del río. Cuando se instalan los frailes, la ermita era un edificio aislado de factura austera, con una torre-campanario y remate almenado; era el elemento vertical del conjunto para atraer a los fieles. En mayo de 1704, el Concejo comunica a los Padres Mínimos que, de parte del Obispo les ha sido cedida a la dicha religión y provincia, la ermita de Nuestra Señora de la Salud, que está en el término de esta villa, para que por el dicho tiempo la tengan y gocen y posean como casa propia, cuidando los dichos del mayor culto y veneración a la Santa Imagen de Nuestra Señora, para cuya devoción y la del Glorioso San Francisco de Paula da Su Señoría Ilustrísima la referida licencia y ermita, todo ello sin perjuicio del derecho parroquial.
Paso por el Convento de los Padres Mínimos
A partir de los años 1721-1722, el Concejo decide que, puesto que la ermita se encuentra en estado ruinoso, la imagen de la Virgen de la Salud sea llevada con los Padres Mínimos al Convento de San Francisco de Paula para que la custodien y den culto llevándolo a efecto desde ese día, hasta el 10 de enero de 1804, que ceden en patronazgo la Capilla de Nuestra Señora de la Presentación, con título de la Salud, a favor de Don Joseph del Castillo y Tovar (a la sazón alcalde de la villa) y de toda su familia y sucesores.
Tras la Guerra Civil, la nueva imagen de la Virgen continuó en el Convento, donde Frasquita, junto con Mercedes, "la Rondela”, la limpiaban todas las semanas, ponían flores y cambiaban el vestuario cuando era menester, cosa que sólo podía ser realizada por mujeres, y no más de dos.
Fachada del Convento de los Padres Mínimos hacia el año 1959. Fotografía cedida por Matías Ramón Sánchez Manzanares.
Traslado a la Parroquia de San Pedro Apóstol
Capilla de Nuestra Señora Virgen de la Salud, inaugurada en 2009 y situada en la nave derecha de la iglesia de San Pedro Apóstol. Colección de Juan Cortés Vicente.
El año 1967, en una visita pastoral a la villa, el entonces obispo de la Diócesis, D. Ramón Sanahuja y Marcé, visitó la Iglesia del Convento de los Padres Mínimos, y reparó en la imagen de la Virgen de la Salud, que presidia el altar mayor. Al enterarse de que era la Patrona de Alcantarilla, y dado el estado de relativo abandono y la ausencia de culto regular en la Iglesia, sugirió que quizás sería conveniente trasladar la imagen a la iglesia de San Pedro Apóstol. Recogida la sugerencia por el párroco D. Diego Hellín Zaragoza, la imagen se trasladó allí, donde quedó instalada hasta el día de hoy, entronizándose en su capilla propia en el año 2009, obra de Anastasio Martínez Valcárcel.
Recuperación de la ermita del paraje del "Agua Salá"
Momento de la colocación de la primera piedra de la ermita. Colección de Pilar Cano Vicente.
Replanteo de la nueva ermita.
Interior de la ermita. Colección de Emilio A. Cano Vicente.
La nostalgia de las raíces ancestrales llevó a los alcantarilleros a plantearse la recuperación de la ermita a la Virgen Niña en un lugar cercana a su antiguo emplazamiento. En el paraje del “Agua Salá”, a escasos metros del río Segura, a iniciativa de la Hermandad de las Flores de la Virgen de la Salud, y con el apoyo del alcalde D. Fulgencio Pérez Artero, en el año 1973 se inicia las gestiones para la construcción de una pequeña ermita.
El alcalde adquirió para el Ayuntamiento una parcela de 1363 m. en el Rincón de la Rueda, con destino a la construcción de la ermita para la Patrona de nuestra villa, la Virgen de la Salud. El terreno era propiedad de D. José Cascales Alemán, y ajustaron el precio en 185355 pesetas. La primera piedra de la ermita se colocó el día 5 de febrero de 1973. Asistieron, además de las autoridades locales, el Ilmo. Sr. Alcalde de Murcia, D. Clemente García García, y el cura párroco de la Iglesia de San Pedro Apóstol, D. José García Martínez. Esa primera piedra colocada era un capitel que formaba parte de la puerta que daba a la Calle Mayor, de la derribada iglesia de San Pedro Apóstol. Se enterró en el lugar donde se situaría el Altar Mayor de la ermita.
Las obras comenzaron el día 12 del mismo mes, bajo la dirección del maestro de obras Francisco Sandoval Almagro, “Paco al Gato”, que contó con los albañiles Blas Sánchez Tormos, Ginés Sandoval Almagro, Francisco Marín Chumillas, “el Pote”, Antonio Mengual Rubio, “el Le”, Daniel Molina, y Juan Marín Sánchez. El arquitecto fue Demetrio Ortuño Yáñez y el aparejador Pedro Ortuño Yáñez. Una parte del terreno adquirido por el Ayuntamiento estaba arrendado a D. Pedro Sáez Guirao, que en dicho lugar tenía plantaciones de patatas. El concejo, con fecha 3 de marzo de 1973, indemnizó al citado para que dejara la finca de forma definitiva, ya que era terreno anejo a la ermita que ya se estaba construyendo. La ermita fue bendecida el día 6 de octubre de 1973, a las 6 de la tarde, por el Rvdo. D. José García Martínez, cura párroco de San Pedro Apóstol. La primera boda se llevó a cabo el día 8 de octubre de 1973, a las 12 de la mañana, oficiada por el Rvdo. D. Jesús Tormos Alarcón.
El 22 de marzo de 1974, D. José Capel Ortiz, Hermano Mayor de la Hermandad, con estatutos aprobados por el obispado con fecha 9 del mismo mes, solicita formalmente al Ayuntamiento el uso y administración de la ermita por tiempo ilimitado, para los actos propios del culto y de los fines de la Hermandad. El alcalde, previo informe de secretaría, extiende el día 8 de abril de 1974 el certificado de cesión y uso, sin carácter exclusivo, dada la categoría de bien de dominio público que posee la misma. Se procede también a realizar un inventario de los objetos que la ermita posee, para constancia en el ayuntamiento. El citado certificado está firmado por el alcalde D. Fulgencio Pérez Artero, y por el secretario D. Fulgencio Saura Mira: la ermita está pensada desde su concepción para dar culto a nuestra patrona, principalmente en las romerías del mes de mayo, cuando se celebran las fiestas patronales, y las fiestas populares en enero a San Antón. Una vez finalizado el periodo festivo, la ermita queda de nuevo sola. La imagen de la Virgen, por motivos de seguridad entre otros, no se alberga en la ermita, sino en la parroquia de San Pedro Apóstol desde el año 1967. Desde aquí es donde Nuestra Señora sigue siendo fuente de salud y prosperidad para nuestro pueblo desde siglos.
Exterior de la ermita. Colección de Juan Cortés Vicente.